jueves, 24 de abril de 2014

RESTAURANTE VENTA DEL SOTÓN

Ctr. Nac. A132 Km.14
Esquedas (Huesca)
Tfno:974270241

Ayer día de San Jorge, sin planearlo, acabé comiendo con unos amigos en la Venta del Sotón, muy cerquita de Huesca capital. Estas cosas sin planear, al final son con las que más disfrutas porque son inesperadas y no tienes expectativas de ningún tipo. Además con buena compañía, todo sabe mejor.

Tenía en pendientes este restaurantes desde hacía mucho porque aunque lo he visitado innumerables veces, hacía más de 1 año que no había ido y por tanto no había comenzado este blog todavía.

Es un restaurante de un nivel tirando a elevado. No es para todos los días, mínimo vas a gastarte 50 euros por cabeza sin romper nada y siendo comedido con las bebidas, etc... pero merece la pena de vez en cuando para darse una alegría.
ENTRADA VENTA DEL SOTÓN
El servicio atentísimo y profesional como pocos, aunque con sus fallos como todos. Sirva como ejemplo que nos tomaron nota de la comida y de las bebidas y que yo pedí una cerveza sin alcohol con los entrantes y se olvidaron por completo. Debo decir que como tuve que hacer una llamada telefónica, también a mi se me pasó y ni la reclamé ni nada.

Comenzaron trayendo una degustación de aceites por orden de intensidad, que siempre es interesante y entretenido mientras te preparan la comanda. Los allí presentes elegimos como el más agradable el segundo más flojo que se denominaba Alquecerano. Intenso color, dulce de sabor pero puntito amargo al final. Por el nombre dedujimos que sería de Alquezar (Huesca).
DEGUSTACIÓN ACEITES
Tras la degustación de aceites, trajeron el vino que se iba a tomar durante la comida, Garnacha Centenaria de Coto de Hayas que conocía uno de mis amigos. Espectáculo del Sumiller que no sólo envinó la copa de catar, sino que envinó todas nuestras copas para quitar los posibles restos de jabones, etc... En muy pocos sitios se molestan y aquí lo hacen hasta con un vino de 19 euros, un detallazo. El vino muy agradable aunque sólo pude mojarme los labios, como quien dice, porque luego tenía que conducir. VIVA EL PRODUCTO ARAGONÉS DE CALIDAD.

Seguimos con un pequeño aperitivo a base de huevas de pescado y salmón. IMPRESIONANTE, muy agradable, una textura intensa que se podía casi mascar. Puntito como a escabechado del salmón. Eché un falta algunas huevas más para ahondar en la explosión en la boca de las mismas, contrarrestando la textura "pastel" de salmón.
APERITIVO DE HUEVAS Y SALMÓN
Como entrantes elegimos 2 platos para 3 comensales. El primero fue Terrina de hígado de pato.
La terrina llevaba en el centro un poco de membrillo y estaba cubierto de semillas de amapola. La textura era increíble y el sabor EXTRAORDINARIO. Lo acompañaron de unos tostadas de pan con higos, que siempre casan  muy bien con el hígado de pato. Si lo dejabas un rato en la boca, notabas matices dulces indescriptibles por mi parco vocabulario. Puntuación 18/20.
Uno de mis amigos comentó que su mujer hace el hígado de pato mejor que el que nos trajeron, no va a quedar en saco roto, tendrá que demostrarlo. El listón está muy alto.
TERRINA DE HÍGADO
Continuamos con Lasaña de Perdiz con salsa de Boletus Edulis. Elogios masivos de los 3 comensales a este plato. Algo difícil de compartir pero nos apañamos como buenos hermanos. La perdiz tenía un sabor muy agradable con matices a escabechado ligero. La pasta jugosa y fina que se notaba que era hecha por ellos. La salsa muy suave y el conjunto ESPECTACULAR. Puntuación 19/20. Rozando la perfección. Imaginativo y bien ejecutado.
LASAÑA DE PERDIZ
Llega el turno de los platos principales. Uno de los comensales pidió Pichón de Caserío al horno en su jugo aromatizado de Armagnac. Hay que matizar que aunque lo probé, no soy un experto en pichón porque no es algo que pida habitualmente. De hecho creo que es la segunda vez que lo pruebo. Me abstendré de valorarlo.
Según mi amigo estaba muy bueno, aunque los muslos si hubieron estado un poco más hechos hubiera estado mucho mejor. Yo concretamente me comí un muslo y lo encontré algo crudo (y fíjate que me encanta la carne cruda) pero tiene un sabor peculiar y una textura difícil de comer. La Cebolla con reducción de vino tinto era algo delicado.

PICHÓN DE CASERÍO
Casi siempre que voy al restaurante Venta del Sotón pido paletilla o costillar o similar porque lo bordan. Esta vez pedí Paletilla de Cordero Lechal. El sabor de la carne era bueno y la ejecución del plato extraordinaria. Muy bien tostado por fuera y en general muy jugoso. Alguna de las partes algo seca, y eché en falta un poco de jugo en el plato. También es verdad que al ser paletilla de lechal es quizá menos jugosa que la de cordero normal porque lleva menos grasa. En fin, que el plato estaba bastante bueno pero he comido mejores asados en este mismo restaurante. Las patatas estaban deliciosas, bien asadas y con muy buen sabor. Desmerecía un poco el pimiento que si hubiera estado confitado, hubiera sido un detallazo. Puntuación 16/20.
PALETILLA CORDERO LECHAL
Como se nos hizo un poco tarde no pedimos postres y dimos la comida por concluida. Con la cuenta nos trajeron unos Petit Fours que suele ser habitual en los restaurantes de nivel medio alto como es el que nos ocupa. Lo componían una trufa, una teja de caramelo, una palomita bañada en chocolate blanco, una mini-magdalena y una nuez bañada en chocolate. Buena calidad de los chocolates en general pero la trufa estaba especialmente buena.

PETIT FOURS
El precio no es barato si tenemos en cuenta que pedimos 2 entrantes para 3 personas, que el vino sólo costó 19 euros (fuimos comed
idos) y que no pedimos postre alguno. Salimos a 51 euros/pax. Sólo con pedir los postres, nos hubiéramos puesto fácilmente en 60 euros/pax. No es para todos los bolsillos.
La calidad de los productos es indiscutible y la atención también. .
Me quedo con que es un sitio al que acudir de vez en cuando a darse un capricho o a celebrar alguna cosa importante. MERECE LA PENA.

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